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¿Qué lleva ahí?

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No es raro que en los aeropuertos escuchemos mencionar nuestros nombre por los altoparlantes, Lindo sería que fuese para felicitarnos o hacer notar nuestra presencia al resto de los pasajeros, pero no es así. Nos llaman para revisiones de equipaje. Viajamos con “cosas raras”, no son maletas llenas de ropa o regalitos para la familia; viajamos con artefactos diabólicos como guitarras y bajos. Dispositivos misteriosos y atemorizantes como interfases de sonido o consolas de audio; incluso con elementos que no parecen tener utilidad en este planeta como son los platillos. A mi, personalmente, me llamaron varias veces para revisar una caja plastica en la que llevo cables, pedales para los teclados, una pequeña consola y otras cuestiones. Siempre es gracioso cuando el policía de turno me pregunta para qué sirve todo eso y hace un esfuerzo sobrehumano para tratar de entender mi explicación. En ocasiones digo “son equipos de sonido” y parece alcanzar para aclarar to

El Chavo viaja a Acapulco

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Teníamos un show programado en Acapulco junto a La Unión, banda española famosísima por el tema "Lobo Hombre en París". El olfato adquirido en tantas negociaciones raras me hacía encender todas la luces rojas: Algo andaba mal. Hacía unas tres semanas, el empresario organizador había estado desaparecido completamente. Lo llamamos y escribimos infinidad de veces sin éxito alguno. Tras cinco días de ausencia escribió disculpándose y contándonos que había sufrido un preinfarto y debió quedarse en reposo. Reposo sin telefono... Bueno. Siempre recuerdo uno de los libros sobre guión cinematográfico que leí, donde explicaba que una de las técnicas para escribir guiones era preguntarse "¿esto podría pasar?".  Por más inverosímil que fuese la situación, ¿era posible que sucediese? Este caso era un ejemplo de guión inverosímil que podía estar sucediendo; teníamos a un empresario que desaparecía tres semanas antes del show y se excusaba diciendo que en su recuperación

Houston, hemos tenido un problema aquí (PARTE 3)

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Como decía en la entrada anterior, Pablo no tenía resuelto su asunto de la visa. Diego, nuestro manager, consiguió gracias a su hermana que trabaja en una embajada, que Pablo fuese recibido de urgencia por los funcionarios mexicanos explicándoles lo sucedido y la necesidad de tenerlo con nosotros al otro día. De manera increíble accedieron a ayudar con el trámite y le otorgaron la visa por 10 años, por lo que no deberá preocuparse por largo rato. Ahora tocaba traerlo a México. La línea aérea no quiso reconocer por ninguna razón el pasaje comprado para la fecha original. No fue posible pagar penalidades ni recargos. Nada sirvió y el valor de ese pasaje se perdió. No había más alternativas que comprar otro pasaje Quito-México para el día siguiente lo que es normalmente carísimo. Ahí surgió un nuevo inconveniente: ¿Y si no había lugares disponibles? La suerte nos acompañó esta vez y el pasaje se consiguió, caro pero allí estaba. Pablo viajó al día siguiente, día del show, con

Houston, hemos tenido un problema aqui (PARTE 2)

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Los ecuatorianos necesitan visa para entrar a México. Habían circulado muchas noticias sobre la suspensión de este requisito y nuestra gente de producción, ecuatoriana y mexicana, se confiaron de esas informaciones. Pero aún seguía vigente. Pablo salió de la terminal y se sentó en el piso, agarrándose la cabeza. No podía creer que se le truncaba la gira. Yo, por mi parte, empecé a visualizar posibles soluciones a este nuevo lío. Podía buscar otro guitarrista en México, pero tenía un dia para hacerlo. Podía dejar a Caio que hiciese todas las guitarras aun que, sin dudas, el resultado no sería el mismo. Llegué a pensar en hacer secuencias don de la guitarra estuviese grabada...pero en los solos sería demasiado obvio y el playback se notaría. Diego, el manager, fue por otro lado: intentar conseguir la visa de Pablo en un día cuando normalmente toma diez. Nada fácil pero no imposible gracias a algunos buenos contactos. Ibamos a ir por ese plan y el de Caio tocando todo. Salimos p

Bien, Houston, hemos tenido un problema aquí. (PARTE 1)

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PARTE 1 La gira a México comenzaba en apenas cinco días y la mayoría de los problemas estaban resueltos. Eran cinco shows que debíamos hacer así que los pasajes internacionales, los locales entre cada ciudad, los hospedajes, riders técnicos de cada venue, alimentación, cachets, anticipos, equipajes, promoción y prensa... todo estaba en orden. Bueno, en realidad todo no. Esa tarde me llamó el mánager para decirme que el bajista y el baterista no podrían viajar. Tenían problemas con sus exesposas y no podrían salir del país. Habían estado tratando de solucionar sus asuntos y yo no me había enterado pero al acercarse la fecha y ver que ya no había solución, decidieron decirlo. Superado el pánico inicial me dediqué a planear dos formas de solucionar esto: conseguir otros músicos que viajaran conmigo y conseguir un bajista y baterista en el lugar de destino. Encontrar músicos locales que tocaran nuestro repertorio no me fue difícil, el primer plan estaba lográndose. El segundo pla

Rarezas

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Resulta que , años después de haber comenzado en esta tarea, siguen apareciendo cosas raras. En esta ocasión, un productor publicitario me pidió una música para un comercial y, como siempre sucede, fuimos y vinimos varias veces hasta conseguir un resultado que le fue adecuado. La película en cuestión requería que los actores cantaran mi canción en cámara. por lo que la música debía estar lista antes de filmar. Se filmó el aviso y se presentó terminado ante los clientes. Y no les gustó la música.... Normalmente, la plana mayor de la compañía debe estar muy al tanto de lo que se va a filmar. Pero esta vez no ocurrió así. Se jugaron a filmar sin la música aprobada por los "capos de tutti capi" y se armó el lio. La alternativa para no tener que hacer una música nueva y re filmar la película fue hacer una nueva música manteniendo el tempo y la ubicación en el tiempo de cada nota, pero cambiándoles la afinación para lograr otra melodía. La armonía y el estilo musical podían cambiar

Trabajar en casa o vivir en el laburo.

Me mudé. Estoy viviendo en la misma casa donde tengo mi estudio. Por primera vez en vida me toca vivir y trabajar en el mismo lugar. Se que es bastante común, pero no me había tocado hasta ahora. Claro que tuve alumnos en mi casa alguna vez, tambien hice algunos jingles. Pero esta vez es distinto, tengo un local en mi domicilio, o estoy viviendo en mi local... Se me presentan dos incertidumbres: Que el trabajo se meta en casa y/o que la casa se meta en el trabajo. El primer miedo es el de no saber parar a tiempo, el de no poder poner el límite con los clientes. De saber decir: "No, ya no estoy trabajando, estoy en mi casa". La presión del cliente, especialmente trabajando en publicidad, es tremenda. ¿Como decir NO sin dejarse presionar? El segundo de los miedos tiene que ver con la concentración. Difícil me resulta cortar algo que estoy haciendo por esos minutos necesarios para una tarea doméstica. ¿Cómo haré para no caer en la tentación de irme a dormir la siesta?