Houston, hemos tenido un problema aqui (PARTE 2)


Los ecuatorianos necesitan visa para entrar a México. Habían circulado muchas noticias sobre la suspensión de este requisito y nuestra gente de producción, ecuatoriana y mexicana, se confiaron de esas informaciones.
Pero aún seguía vigente.
Pablo salió de la terminal y se sentó en el piso, agarrándose la cabeza. No podía creer que se le truncaba la gira.
Yo, por mi parte, empecé a visualizar posibles soluciones a este nuevo lío. Podía buscar otro guitarrista en México, pero tenía un dia para hacerlo. Podía dejar a Caio que hiciese todas las guitarras aun que, sin dudas, el resultado no sería el mismo. Llegué a pensar en hacer secuencias don de la guitarra estuviese grabada...pero en los solos sería demasiado obvio y el playback se notaría.
Diego, el manager, fue por otro lado: intentar conseguir la visa de Pablo en un día cuando normalmente toma diez. Nada fácil pero no imposible gracias a algunos buenos contactos.
Ibamos a ir por ese plan y el de Caio tocando todo.

Salimos para México con una ansiedad sin precedentes y especulando con que todo funcionara, de una forma u otra.
Al llegar al aeropuerto de la Ciudad de México, en una de esas interminables filas que suelen demorar al recién llegado unas dos o tres horas más, recibo un llamado del mánager mexicano contándome que el bajista que habíamos conseguido estaba en problemas laborales y creía no poder acompañarnos.
- Por favor ayudame a completar esta gira que, hasta ahora, es la peor de mi vida - , le dije.
Una hora después de ese llamado y algunos mensajes desesperados en Whatsapp, el bajista confirmó que había arreglado sus problemas y vendría con nosotros. Al menos eso se había solucionado.

Al llegar a Hermosillo luego de una terrible noche en Tijuana en la que pudimos dormir dos horas, historia que queda para otro momento, organizamos un ensayo con los nuevos integrantes de la banda.
Nos reunimos en una discoteca cerrada en la que había algunos equipos y , precariamente, pero al fin, empezamos a tocar.
Los temas salían tan mal que no pude esconderlo. Me sentí derrotado y salí de la discoteca. Frente al local había un parque. Caminé hasta una banca y me senté con ganas de correr hasta Quito. Pensé que no podría remontar esa gira. Sin guitarrista, con un bajista y baterista que no estaban haciendo bien su trabajo. Es decir: una gira de cinco conciertos "a duo" con Caio.
Justamente, es Caio el que ví acercarse a consolarme un poco.
- Tranquilo, - me dijo - los pibes están muy nerviosos y quieren hacerlo bien. Dales un poquito de tiempo y lo van a lograr. Quedate acá otro rato y vení.
Le hice caso y tenía razón. Al regresar a nuestra improvisada sala de ensayo, todo estaba sonando mejor lo que hizo que me tranquilizara un poco.
De hecho, los músicos mexicanos hicieron un muy buen trabajo durante la gira y uno de ellos, Beto Viazcan, sigue participando en nuestros shows cada vez que vamos a México.

Lo que aún no terminaba era el asunto de Pablo.
(continuará...)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Houston, hemos tenido un problema aquí (PARTE 3)

Trabajar en casa o vivir en el laburo.

¿Qué lleva ahí?